jueves, 16 de octubre de 2008

Una Mañana...

Es una mañana fría y cruel
mientras intento salir del distanciamiento entumido
ese olor que marea y encanta al tiempo
ese perfume con sutileza de lino...
ahora un poco mas distante.

Mañana llena de ruidos difuminados
llena de recuerdos transparentes de momentos apasionantes
no hay peores situaciones que las que uno siempre extraña
mientras respiro profundamente y cierro los ojos
tal vez como un alivio momentáneo al brillo perforante
a una mañana que me recuerda porque había escogido dormir.

Como olvidar a aquella llena de magia que ilumino esta morada
que hace ver lo cursi en la profundidad de las tumbas
a las cuales fueron a parar por decisión propia las penas
a aquella que hace que la luz del sol tome varios tonos
que un día completo cambie de color con una sonrisa
y que el aliento lleno de azufre ya no lastime al pecho.

Las motivaciones para levantarse son muchas
las que en serio tienen que ver conmigo, pocas
lo que me habían prometido se ha perdido
y lo que en serio había logrado se fue esa noche oscura
¡maldita pasión llena de sorpresas!

Ruidos sordos entrecortados por una alarma insistente
creo que su objetivo es que el movimiento entre en mi cuerpo
y así en los residuos de sus actividades cubrir su recuerdo
artimaña efectiva pero con duración limitada
y completamente inútil cuando la situación es de reposo.

El reloj me recuerda que es un día de trabajo
que además me he levantado tarde
que la felicidad ya esta emprendiendo camino hacia seres más afortunados
hacia momentos del pasado
hacia un futuro que todavía me cuesta empezar a perseguir

Un reloj que me recuerda
que por ciertas elecciones solo hay un ausente, no dos.

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