De lo que consideráste...

Por alguna extraña razón percibo la perversión
de los movimientos de todos, temiendo algo
y aunque se arrastra mas silencioso que una enfermedad
puedo sentir la inclemencia y la soberbia en sus acciones...

Su deseo por la vitalidad ajena es inmenso
al momento sientes lo seca que te deja la garganta
el respirar su mismo aire
casi podrido por los adornos odoríferos que usa

Nunca pidas misericordia en lo que realiza
o serás el primero en la fila de los que esperan
y se aferran a lo que les queda de vida
rogando que el filo sea capaz de seguir su curso
y que desde ahí no se pueda recuperar aliento alguno

En si no hay manera de huir de ello
una vez lo hayas visto en acción
es como si te hubieras puesto tu propia arma en los labios, cañón adentro
y ella misma halara el gatillo

en algún momento entre tu lengua quemada y el hipotálamo
te rendirás al encanto de hacerlo de nuevo
así sientas sus puntadas en la garganta
mientras los residuos de pólvora ardiendo entran a tus pulmones

Así ella marca a sus seguidores
así te pierdes en los incesantes cuestionamientos
donde nunca hubo opción, pero prefieres la ilusión
es básico y letal, directo y simple

Es tuyo y de nadie más
solo que el control nunca te perteneció
no lo viste funcionar, siquiera en una revista
y aunque te lances de cinco edificios
nunca te lo quitarías de la cabeza

Ella puede hacerlo estallar todo al chasquido de sus dedos
Oh si, creías que era algo inocente
pero nunca viste dos veces no te preocupaste por sus pasos
estas perdido y ahora solo buscas violencia
con la ridícula excusa que algún día la harás enfadar

Eso es imposible, ya en su control estas
parar significa dolor
pensar lo consideras perder
y siempre dijiste entre más, mejor...

Pues entre más te golpees no conseguirás sacarla de tu mente
el veneno lo tienes y solo necesitas
de ese antídoto a plazos, de la alegría temporal
de lo que queda de cariño por la pérdida
de lo que consideráste libertad

Maldita seas, dama de la fortuna