jueves, 4 de junio de 2009

Admirar Tu Presencia

Seguir el sinuoso camino que marca tu silueta, dejar que la niebla que ciega mi conciencia y a mi razón continúe su narcótico camino hacia mis pulmones, que su aroma intoxique mi sangre y esta lleve su influjo hasta el último centímetro cuadrado de mi existencia, ya no hay penas ni espejos crueles de olvidar, estos nunca existieron, una persona debe ser demasiado para que alguien más crea que ya no es capaz de lograr lo que bien venía haciendo sin su compañía.
Se tiene que querer demasiado para ser el primero que se ofrezca a recibir una muerte segura, con tal de evitar daño alguno sobre alguien más, aún sin garantía al respecto. Por el momento tal niebla ha impedido una continuidad necesaria para caminar, haciendo que caiga al suelo y de cara al piso inmundo de una calle de esta ciudad, es demasiada la voluntad perdida para no moverse, respirar aire fresco y recuperar un balance, ya que no quiere perder el estado en que lo ha dejado la juguetona niebla y los recuerdos en su cerebro.
Es perder toda idea y solo pararse al frente tuyo como payaso promocional de desesperanza, como el traficante de confianza que olvidó la gracia de su mercancía.

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