lunes, 2 de noviembre de 2009

Meditando La Huida

Nunca quise compartir, mucho menos depender de la fe
tal vez en algún momento sentí que me iba a hacer falta
pensando que todo llegaría a un final empecé a hacer lo primero
me gustó y me sentí mejor
ya que el resto lo solía hacer sin remordimiento
ese que yo solía tener al momento de compartir
en algún momento llegué a pensar que había madurado
era mentira...

Siempre buscaron que rindiera mis manos a sus pies
que mi vida se dedicara a soportar su existencia
siempre intentando o logrando engañarme con burlas multicolor
¡Malditas sean! hacerme pasear en la ignorancia
sin siquiera darme algo a cambio
el dinero solo hace más grande mi indignación

Juntando la rabia
mientras me abordan las preguntas
con respuestas insulsas
y siempre demostrando su punto con frivolidades
ambigüedad, ¡eres ahora mi segundo enemigo!
tan solo la pereza te gana en acumular mi desprecio
¡Ahhhh!
¿Por qué siempre que quiero hacer las cosas bien
algo tiene que pasarme factura?

Ahora son fórmulas las que escribo
arrinconado en la pared
y gastando mis últimos cartuchos
pobres ellos, defendiéndome cuando estoy a punto de perder
de dejar escapar la gloria cuando la tuve en mis manos
defendiéndome cuando estoy a punto de caer en la desesperación
no puedo desmentir nada
y aún así pudiera, no lo haría

no quiero perder el control estando tan cerca
tampoco dejar que mis manos pierdan el temple
y se pierdan de a pocos en la temblores repetitivos
dejar de pensar
¿dejar de sentir?

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