lunes, 27 de abril de 2009

Aferramiento al sonido


Recostado sobre la presumible suavidad del fango, se asienta en sus aposentos que cubren todo lo que ve hasta la infinidad, en un sitio donde de esperarse es que la vista lo sea todo, es el sonido quien guía sus movimientos deambulantes por los flujos del viento que no escapa, de los pensamientos que se engendran a su alrededor cubriéndolo de esperanza, de las emociones que una vez en llanto se fusionaron para saber amar su libertad.

Un apretón fuerte con sus manos le recuerda lo inestable de su mundo, lo frágil de sus interpretaciones y sobre todo, la imposibilidad de salir de allí, por entre las ramas, entre los obstáculos de sus decisiones y sus miedos, sintiendo en su piel los tambores de la vida, los violines de la contemplación, el piano del ritmo de sus pasos y los coros de los corazones que intentan explicarse.

Pero aparte de sentir todo su cuerpo como una melodía vibrante al son de su universo, no escucha más allá de su silencio, así que desdichado, suelta una vez más aquel fango percibido y se dedica a contemplar los limites infinitos de su mundo... en la siempre pared blanca de su habitación.

No hay comentarios: